
Una encuesta para conocernos mejor
Días atrás, charlábamos con la asociada Marcela Fatone, que, en su testimonio, nos compartía un diagnóstico que anda dando vueltas en la vida cotidiana de Consol: “Tenemos que buscar la forma de promover y fortalecer la participación activa de nuestros consumidores y consumidoras”. Con ella nos estábamos poniendo al tanto del relanzamiento de la comisión de compras, y de las actividades y los desafíos que han asumido los compañeros y las compañeras que la componen.
En esta nota, vamos a compartir algunos de los resultados que arrojó una encuesta organizada por la cooperativa y distribuida entre todos sus asociados. Al cabo de una semana, durante los primeros días de mayo, se ha logrado con este instrumento recolectar la palabra de muchas de las personas que están ligadas a Consol a través del consumo. A esto se refería Marcela: a buscar la manera de circular la palabra entre todos y todas quienes forman parte de esta red, y a generar instancias de diálogo y de participación. En un espacio como el nuestro, que apuesta a consolidar una lógica cooperativista, desalentamos las directrices que viajan de arriba hacia abajo y proponemos estas maneras de encontrarnos, de coincidir, inclusive con las dificultades propias de este tiempo de pandemia.
Tenemos, entonces, que el 65% de las personas que nos eligen para su consumo son mujeres. Es decir, que contamos con un 65% de consumidoras y un 35% de consumidores. Mismo porcentaje, 65% sobre el total de los encuestados y las encuestadas, tienen entre 30 y 59 años de edad: esa es la franja etaria, al día de la fecha, más afín a la propuesta de Consol. Por otra parte, de los resultados se desprende que un 87% de nuestros asociados registra un nivel educativo alto, esto es, que ha hecho estudios terciarios o universitarios, independientemente de que hayan completado o no sus carreras.
Es interesante para Consol dar a conocer esta información, para que todas las personas que participaron de la encuesta puedan verse reflejadas en estos números, pero, también, para que saltemos el decorado de las cifras y comencemos a vernos como pares, en esto de avanzar en una construcción alternativa al mercado hegemónico. Marcela hacía hincapié también en esta cualidad nuestra de conocer y darle valor “a las personas y las organizaciones que están detrás de un producto”. Estaba hablando de los productores, pero lo mismo cuenta en relación a los consumidores: conocernos, saber que estamos y valorar la potencia del colectivo.
En cuanto a las preferencias en el consumo, podemos compartir que el 25% de la comunidad efectúa una compra semanal o quincenal, y que más del 65% procede de manera independiente, es decir, sin participar orgánicamente de uno de nuestros focos de consumo barriales. Una gran mayoría, más del 80% de los consumidores, realiza su compra a través de la plataforma virtual de Consol, en tanto que el resto se inclina por la Tienda de Villa Crespo o bien por alguno de los focos.
Finalmente, compartimos que el 45% de quienes han respondido el relevamiento manifestó su adhesión a los valores que promueve la cooperativa, mientras que el 9% ha destacado los beneficios de estar ligado a nuestra propuesta de consumo. Claro está que valores y beneficios no son variables sustitutas, sino más bien complementarias. Por otra parte, tres de cada cuatro encuestados expresaron estar satisfechos en relación a la oferta de productos saludables. Entre los desafíos emergentes destacamos el pedido de incorporar productos vegetarianos, así como pastas frescas y artículos de limpieza.
Hay una visión de futuro en esta encuesta: la ampliación de la oferta en sintonía con las necesidades de nuestra comunidad es un claro objetivo, pero no es el único; se impone profundizar el vínculo con los consumidores independientes, mediante sus focos de cercanía, y de la misma manera es menester volver a interpelar a un conjunto de gente que se había acercado a Consol, a través de la plataforma digital, pero luego reincidió en sus mecanismos de consumo tradicionales. En este sentido, la motivación no puede ser solamente la ligazón de los valores solidarios, sino que deben operar beneficios concretos en virtud de cuidar el bolsillo de las familias trabajadoras.
Queremos seguir estrechando lazos entre nuestros consumidores y consumidoras, para que cada vez nos conozcamos más y para que todos y todas participen activamente, apropiándose de la propuesta de nuestra cooperativa. Como dijo la compañera Marcela, seguimos siendo portadores y portadoras del poder que implica decidir sobre nuestro consumo e impactar en la cotidianidad.