
Abasto: otro foco abierto en pandemia
Apenas empezó la pandemia, abrimos el foco de consumo solidario en Abasto, coordinado por las asociadas Eugenia Dimattía y Elisa Pace, que ya tenían siete años de experiencia en la economía social, solidaria y popular a través de la comercialización de productos del sector en el local de Nuevo Encuentro de Zelaya 3175.
Ahí organizaban ferias con 50 puestos y hacían compras comunitarias. Buscaban, entre otros objetivos, cuestionar la lógica de formación de precios. “Nuestra militancia era ir afuera de Coto y repartir volantes para informar cuánto se les pagaba a los productores del precio de venta que acababan de abonar”, contaron.
Desde la creación del foco, rápido notaron las dificultades económicas que había en su territorio y comenzaron con entregas de bolsones y viandas para familias necesitadas, a partir de lo recaudado con los bonos solidarios. Tuvieron la preocupación de que además de alimentarse, los vecinos y las vecinas pudieran también nutrirse sanamente. Por eso pensaron en hacer un recetario comunitario entre quienes arman y compran los bolsones. “Para aquellas personas que no saben de dónde vienen los productos, lo explicamos, y promocionamos alimentos sin agroquímicos para la cocina cotidiana. Nos parece una oportunidad para engancharlos en el consumo ecológico”, contaron.

Además, promueven la participación en la cooperativa: “Tenemos vecinos y vecinas que ya entienden esta lógica. Se asociaron sin decirles nada. A veces hace falta explicar que pueden participar en las asambleas para construir una lógica más solidaria de consumo: que participen en la selección de productos, por ejemplo. Nos ayuda a pensar en la soberanía alimentaria y repensar qué es lo que consumimos”, agregaron.
En la misma línea, dialogando con quienes se asocian, pueden seguir incentivando a eliminar intermediarios: “Este barrio, como otros de la ciudad, es un centro comercial a cielo abierto. Llegar a las personas en este barrio es difícil porque tienen mucha oferta por todos lados. Es un trabajo de hormiga. Con Consol tenemos la posibilidad de llegar a productos que no están en esas góndolas”.
Notaron, además, que el envío a domicilio gratuito fue una buena forma de resolver los problemas de logística aparejados a la pandemia porque incentivó la asociación de muchas personas.