
El aporte de la universidad
Tras varios meses de contacto con las distintas áreas que componen CONSOL, charlas virtuales, pensamientos colectivos e intercambios productivos, los estudiantes de la carrera de Comunicación en la UBA dieron un cierre formal al trabajo realizado y presentaron frente a sus docentes las conclusiones que se desprendieron de este tiempo que hemos compartido. Quisiéramos mencionarlos a todos: Ayelén Álvarez, Tomás Gallelli, Mariela Rivas y Federico Wajchman son los cuatro jóvenes que han tenido la gentileza de proponernos tomar la experiencia cooperativista de CONSOL, para desarrollar un proyecto que tendría implicancias concretas en el mejoramiento de nuestra tarea cotidiana.
El aspecto comunicacional fue la clave del trayecto recorrido, y el objetivo es que las conclusiones elaboradas no duerman en el PDF que los estudiantes han entregado, sino que de ahora en adelante se produzca un correlato en nuestra práctica, y que impacten positivamente en la vida de la cooperativa. La comunicación suele ser un aspecto difícil de domar para cualquier organización que tenga la raíz puesta en el territorio. Incluso en las órbitas más altas del Estado, no parece haber soluciones claras en relación a este tema crucial: cómo interpelar a la gente para que empatice con el trabajo hecho; cómo persuadir al público masivo, en vistas de un horizonte común.
En su trabajo, estos estudiantes detectaron algunos nudos problemáticos. En primer lugar, una realidad bien concreta: hay que fomentar el asociativismo, entre la población de consumidores activos que tiene CONSOL. Luego, un déficit operativo: dos sitios web, uno de la tienda, otro institucional, escaso contacto entre ambos y una navegabilidad que a los usuarios se les puede tornar dificultosa. Por último, un marco social: atravesamos, todos y todas, la retirada de la pandemia, con las herramientas que tenemos y con los aprendizajes que hemos podido incorporar. En este contexto, es fundamental que los socios y las socias de CONSOL vuelvan a acercarse a los focos de consumo, que tiempo atrás representaban el espacio común que daba sentido a la acción. Los hábitos que trajo la pandemia han hecho que “las personas dejen de vivir la experiencia de compra territorial”. Esa es una de las observaciones más importantes, porque atañe al funcionamiento integral de una cooperativa de consumo como la nuestra.
Algunos de estos problemas y estos desafíos fueron expresados por la estudiante Mariela Rivas: “En mi experiencia personal fue super enriquecedor. Por un lado, desde la teoría poder aprender a hacer un análisis comunicacional, sino conocer en forma más profunda lo que es la economía social y popular, como se maneja por dentro, sus problemas, sus beneficios, ventajas y valores. Aprendí mucho de eso. Vivo en zona sur del conurbano y no estoy muy en contacto en el día a día de las cooperativas, y esto me permitió acercarme a este mundo que me gustaría fomentar. Agradecemos mucho también el apoyo del equipo de Comunicación de Consol”.
El diagnóstico elaborado, en materia comunicacional, advierte sobre la necesidad de promover un conocimiento mayor de los valores que guían la acción de CONSOL, y también de algunas nociones más básicas, como los beneficios que implica asociarse a esta propuesta de consumo alternativo. Pero, no todo es diagnóstico, porque también hay una direccionalidad que puede ser abordada en el futuro inmediato: el trabajo propone crear nuevas piezas comunicacionales que incentiven la asociación y religuen el vínculo entre los aspecto comercial e institucional de la cooperativa; también se impone repensar una estrategia de comercialización que visualice ambos escenarios -el virtual y el presencial- como parte de una única realidad, en este tiempo histórico que nos toca vivir.
El apartado final del trabajo propone “ser protagonistas del cambio”, y esto implica asumir una actitud propositiva en relación a las circunstancias, en lugar de esperar a que las cosas ocurran. No es sencillo, desde luego. Pero el aporte de los estudiantes se trata precisamente de esto: de construir colectivamente las herramientas que nos permitan tomar la delantera y llegarle a nuestro público con contagio y convicción. La presencialidad será restituida, de una forma o de otra, porque el ser humano es un animal social y no está hecho para vivir puertas adentro. Hay que pensar, en todo caso, cómo se involucra CONSOL en esa nueva realidad.
El otro punto importante es demostrar la ligazón que existe entre un hecho tan simple, como ir a hacer las compras, y uno más abstracto, como puede ser el pasaje de una sociedad a otra. Nacimos en el seno de una sociedad que promueve valores consumistas e individualistas: es una realidad irrefutable, que excede por completo nuestra subjetividad. Pero, si al menos supiéramos eso, si al menos pudiéramos crear una conciencia de cómo son las cosas, entonces estaríamos más cerca de lograr que muchas familias participen activamente de propuestas como la nuestra, vinculando con naturalidad un hecho sencillo y uno abstracto, y aportando su granito de arena en la construcción de una sociedad distinta, más humana y solidaria.