
Consol: Un consumo diferente
Puede afirmarse que ninguna persona, que ninguna organización ni comunidad, salió indemne del pandémico 2020. Los parámetros culturales se vieron bruscamente trastocados por la cuarentena y como sociedad debimos reconstruirnos en un montón de aspectos.

La pandemia trajo aparejadas también unas cuantas paradojas, y una de ellas involucró a Consol, acostumbrada a funcionar de una determinada manera y de golpe obligada a realizar un viraje de magnitud. ¿Qué pasó? Nos lo cuenta Luis Wigutow, presidente de nuestra cooperativa:
“La cuarentena arranca repentinamente y agarra mal parado al supermercadismo convencional, habituado a hacer envíos de la mercadería comprada en los locales pero no a un e-commerce totalmente digital. En el mejor de los casos, las plataformas representaban el 10% de sus transacciones. Consol, y otras organizaciones de comercialización, siempre nos habíamos manejado con esa modalidad. Y lo que empezó a pasar en ese momento, fue que los supermercados hacían entregas a 15 días, cuando la gente buscaba lácteos para hoy”.
Así las cosas, entre abril y junio los encargos en la web de Consol empezaron a crecer exponencialmente, incluso más de lo que la organización era capaz de absorber. Explica Luis que la cooperativa estaba habituada a funcionar en un rango que orillaba los 40 pedidos semanales, y que en un parpadear debieron afrontar alrededor de 100 consumidores nuevos, que se estaban incorporando en manada al sitio.
“A diferencia de los grandes supermercados, Consol provee siempre en el transcurso de la semana. Con la cuarentena, logramos amoldar nuestra logística de modo tal que el total de los pedidos pudiera ser entregado a domicilio, con el #QuedateEnCasa como bandera”. Lo que expresa Luis, es que ni Consol ni el resto de los actores que participan de esta cadena alternativa de la comercialización, tenían una estructura que permitiera soportar los cambios que se estaban produciendo. La manera de consumir de la gente estaba dando un vuelco de 360 grados y hubiera sido imposible pretender satisfacer controladamente el nuevo caudal de la demanda.
La situación que enfrentaban Luis y sus compañeros y compañeras, por momentos era caótica, con problemas de stock que se derivaban de las limitaciones de los productores y la necesidad de recurrir a un apoyo logístico externo, con el gasto que eso implica. Así y todo, la vorágine nunca los corrió de la filosofía que tienen como cooperativa: los productos encargados por los consumidores, Consol debe proveerlos, incluso si eso significa ir a pérdida.

Aún con todas las dificultades del caso, el incremento de las ventas permitió a la cooperativa interrumpir un ciclo deficitario, a raíz de sucesivas crisis devaluatorias. “Todo el tiempo estamos incorporando nuevos proveedores y líneas de productos. Apuntamos a recuperar el Consol de cuatro años atrás, con un crecimiento sostenido y sin que eso implique pérdida en la calidad del servicio”, dijo su titular.
Al comienzo de la cuarentena, el sitio de Consol ofertaba alrededor de 300 y 350 productos, con parte de esa mercadería al borde del colapso en la cadena de comercialización. Hoy, se avanzó en un reordenamiento que se ve reflejado en el portal: más de 500 productos vigentes, todos listos para entregar.